Expertos internacionales impulsan estrategias integrales para enfrentar los desafíos nutricionales en América Latina

  • Más de 20 especialistas nacionales e internacionales analizaron los desafíos nutricionales vigentes y las nuevas investigaciones científicas del sector en el XIII Congreso Internacional de Avances en Nutrición organizado por el Instituto de Nutrición y Seguridad Alimentaria.

Con el objetivo de fortalecer el conocimiento y las prácticas en nutrición, promover una educación basada en evidencia científica y abordar problemas nutricionales urgentes en la región, como la anemia, la desnutrición y la obesidad, se realizó el XIII Congreso Internacional de Avances en Nutrición (CIAN), que contó con la participación de especialistas de Perú, Chile, Argentina, Colombia, España, Estados Unidos, México y Panamá.

El encuentro, organizado por el Instituto de Nutrición y Seguridad Alimentaria y llevado a cabo en Lima, Cusco y Santiago de Chile, reunió a más de 2,000 profesionales y estudiantes de la salud, quienes presenciaron las ponencias de  diversos investigadores del área de la salud sobre temas de gran relevancia, entre ellos la nutrición inclusiva, la microbiota intestinal, las nuevas tendencias en nutrición deportiva, la nutrición materno-infantil y lactancia, la prevención de enfermedades crónicas, la alimentación sostenible y la seguridad alimentaria.

En este marco de intercambio internacional y análisis científico, Youmi Paz, doctora en nutrición y alimentos, y miembro del comité científico del evento, advirtió que los problemas nutricionales que enfrenta el Perú requieren un abordaje integral y sostenido. “La desnutrición crónica afecta al 12,1% de menores de 5 años en nuestro país. Es clave transformar el entorno alimentario, asegurar el acceso a opciones nutritivas y fortalecer la educación en salud basada en evidencia, así como fomentar políticas que respalden hábitos de vida saludables. Solo así podremos enfrentar de manera efectiva esta compleja crisis y contribuir al bienestar de la población”, señaló.

La especialista agregó que estos desafíos no solo afectan la salud inmediata, sino que comprometen el desarrollo físico y cognitivo de la niñez, limitando sus oportunidades futuras. A ello se suma la inseguridad alimentaria, que impacta a gran parte de la población del Perú y dificulta el acceso constante a alimentos nutritivos y seguros, perpetuando un ciclo de vulnerabilidad que frena el bienestar y el progreso social.

En línea con este análisis, el experto en salud pública Oscar Aquino coincidió en la gravedad del panorama. “Entre el 35% y el 40% de la población no consume las calorías necesarias para cubrir sus necesidades diarias. Esta carencia, junto con una dieta poco equilibrada, provoca una doble carga de malnutrición. Por un lado, problemas asociados a la desnutrición, y por otro, el aumento de enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión. Paradójicamente, en muchas comunidades vulnerables, el consumo frecuente de comida chatarra barata y alta en azúcares y sal está generando casos de obesidad anémica, donde las personas tienen exceso de peso, pero carecen de nutrientes esenciales”, afirmó.

Frente a este escenario, el congreso también subrayó la necesidad de fortalecer las capacidades de los profesionales de la salud. Para Paz, la rápida evolución del conocimiento científico exige una actualización constante y rigurosa. “No basta con mantenerse informado; es imprescindible invertir tiempo en capacitación continua, comprender a fondo la evidencia y aplicarla con responsabilidad y precisión. Solo así podremos garantizar atención de alta calidad y mejorar los resultados de salud de nuestros pacientes”, indicó.

La especialista enfatizó además que esta formación permanente es clave para enfrentar otro desafío creciente, la desinformación y la propagación de mitos a través de las redes sociales. Según explicó, la circulación de mensajes sin sustento científico puede confundir a la población y llevarla a tomar decisiones alimentarias perjudiciales. “Las redes sociales han democratizado el acceso a la información, pero también han multiplicado la difusión de mensajes erróneos. Esto no solo afecta las decisiones de las familias sobre su alimentación, sino que puede agravar problemas de salud pública”, agregó.

En concordancia con estas reflexiones, los especialistas coincidieron en que la formación continua debe ir acompañada de políticas públicas sólidas que promuevan entornos alimentarios saludables, regulen la publicidad de alimentos dirigida a niños, fortalezcan los programas de alimentación escolar y garanticen el acceso equitativo a productos nutritivos en todas las regiones del país.

Asimismo, destacaron que mantenerse al día y aplicar la evidencia con criterio no solo fortalece la calidad de la atención, sino que también constituye una herramienta esencial para contrarrestar el impacto de la información falsa en la sociedad, contribuyendo así a mejorar la salud pública y el bienestar de la población.

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