Se incrementa a cerca del 60% la capacidad instalada para las energías renovables en la región

  • La oportunidad de abaratamiento de tecnologías solares y eólicas hacen posible la transición hacia energías más limpias, pero aún se requieren políticas públicas para garantizar la seguridad del suministro.

América Latina atraviesa un punto de quiebre en su evolución energética. El cambio climático, la caída histórica de precios tecnológicos y marcos regulatorios más audaces, han impulsado el compromiso por las energías renovables, superando ampliamente el promedio mundial en nuevas instalaciones de capacidad limpia.

En los últimos años, las energías renovables representaron el 59.6% de la nueva capacidad eléctrica instalada en América Latina, más del doble del promedio global. Este es un signo claro de que la región no solo avanza, sino que marca el ritmo en la adopción de energías limpias”, señaló Francisco Porles Ochoa, Director de MAD ENERGi, quien participará como ponente en la Expo Energía 2025, evento que reunirá a líderes del sector el próximo 8 y 9 de julio en Lima.

En cuanto a los factores que han impulsado el avance de las energías renovables, está el abaratamiento de las tecnologías solares y eólicas, cuyos costos han caído en 90% y 70% respectivamente en la última década. Países como Chile, Brasil y Uruguay han demostrado que políticas públicas bien diseñadas pueden acelerar la transición energética sin comprometer la seguridad del suministro.

Paso para impulsar las renovables en Perú:

A partir de estos avances regionales, Perú aparece como un actor con alto potencial y desafíos pendientes. En esta línea, el país logró un incremento del 57.3% en energías renovables en los últimos años, colocándose en el sexto lugar regional. Sin embargo, la matriz energética aún depende fuertemente de fuentes tradicionales como las hidroeléctricas convencionales y el gas natural.

El Perú puede aprovechar las condiciones solares y eólicas del sur del país e implementar mecanismos como el “net metering/net billing” —que permite a los hogares vender su energía solar excedente. Además, es importante avanzar en la modernización de la infraestructura de transmisión para conectar zonas con alto potencial renovable con los centros urbanos.

Para que estas oportunidades se hagan realidad, es fundamental considerar también la dimensión social de la transición energética. En países con alta desigualdad territorial, como Perú, la inclusión energética es clave. Soluciones como sistemas híbridos autónomos en zonas rurales y la descentralización de la generación pueden cerrar brechas y convertir la energía en un vehículo de desarrollo sostenible para comunidades excluidas del sistema eléctrico.

En la próxima Expo Energía Perú 2025 se compartirán estrategias e iniciativas para gestionar este y otros temas de la agenda regional. El evento servirá como plataforma para revisar escenarios, intercambiar experiencias y proponer políticas que aceleren una transición justa, ordenada y tecnológica. “América Latina enfrenta una paradoja energética que debe resolver urgentemente. Aspirar a la seguridad energética mientras seguimos dependiendo de combustibles fósiles requiere una transición planificada, donde los sistemas híbridos y las renovables sean el futuro cercano”, concluyó Porles Ochoa.

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