Gastos funerarios en Lima pueden superar los 50 mil soles: la urgencia de construir una cultura preventiva en el Perú

Prever para vivir en paz. En un país como el Perú, donde los riesgos sanitarios, naturales y sociales son constantes, la prevención aún no forma parte de la cultura colectiva. Las consecuencias de esta omisión se traducen en costos emocionales y económicos que muchas veces llegan sin aviso ni preparación.

Uno de los ejemplos más contundentes es el de los gastos funerarios en Lima, que pueden superar los 50 mil soles, según un informe de Latina Noticias emitido en octubre de 2024. Para muchas familias peruanas, esta cifra representa un golpe financiero imposible de afrontar sin haber tomado medidas anticipadas. Esta realidad, sin embargo, es apenas una muestra de una problemática mucho más amplia.

De acuerdo con datos del Ministerio de Economía y Finanzas, en 2024 solo el 7,6% del presupuesto nacional destinado al sector salud se invirtió en prevención. Este número, que pone en evidencia una política pública centrada más en la reacción que en la previsión, refleja una tendencia histórica: actuar cuando el daño ya está hecho.

La ciudadanía también percibe esta deficiencia. Un estudio de Ipsos, publicado en mayo de 2025, titulado “Percepciones de los peruanos sobre el sistema de salud”, reveló que un 32% de los encuestados considera la escasa inversión en medicina preventiva como uno de los mayores problemas del sistema.

Pero el problema no se limita al sector salud. Ya en 2023, la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN) advertía sobre la falta de una cultura preventiva frente a desastres naturales. “Cuando ocurre la emergencia, volvemos al círculo vicioso, pero nadie se hace responsable de estas omisiones”, alertó la entidad.

En un país donde los terremotos, inundaciones, epidemias y accidentes son parte del panorama recurrente, la prevención no puede seguir siendo vista como un gasto opcional. Esta misma lógica aplica al ámbito exequial, donde expertos insisten en que la previsión debe ser parte de una planificación familiar responsable.

Paolo Olcese, socio de Grupo Muya y empresario con más de 20 años de experiencia en la gestión de parques cementerios, lo resume con claridad: “Es necesario anticiparse a lo inevitable y asegurar que, cuando llegue el momento, nuestros seres queridos no enfrenten trámites engorrosos ni preocupaciones económicas”.

A través de su red de camposantos Esperanza Eterna, Grupo Muya promueve planes exequiales que buscan brindar seguridad, protección financiera y tranquilidad. “Prevenir no es un lujo, es una necesidad y una muestra de amor. Prevenir es cuidar a los que más queremos, incluso cuando ya no estemos”, afirma Olcese.

El desafío de instaurar una verdadera cultura preventiva en el Perú requiere un esfuerzo articulado entre Estado, sector privado y ciudadanía. No basta con reaccionar ante la tragedia. Se necesita una visión de futuro, compromiso social y una transformación profunda en la manera en que gestionamos el riesgo.

En un país donde hasta la muerte puede costar más de lo que se puede pagar, la prevención no debe seguir siendo postergada. Porque prever no solo es vivir en paz, también es amar con responsabilidad.

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