El impacto de 5G y Edge Computing en la próxima generación de plantas inteligentes

Las industrias que buscan procesos más confiables y eficientes empiezan a adoptar redes privadas 5G y soluciones de Edge Computing para responder en tiempo real desde el mismo entorno de planta.

En la era de la automatización avanzada, las plantas industriales enfrentan un nuevo reto: procesar y responder a grandes volúmenes de información en tiempo real, directamente desde el entorno de producción. Para lograrlo, tecnologías como Edge Computing y las redes privadas 5G están tomando protagonismo en sectores como minería, manufactura y alimentos.

“Hay procesos donde un pequeño cambio de temperatura puede alterar por completo las propiedades de la materia prima. En esos casos, esperar que la información viaje hasta un data center en Lima y regrese ya no es viable. La respuesta debe generarse dentro de la planta”, explica Pablo Huapaya, Territory Account Manager de Panduit Perú.

El Edge Computing permite instalar pequeños centros de datos al interior de la planta, donde se alojan los servidores encargados de procesar los datos operativos más críticos. Esta descentralización reduce la latencia, evita pérdidas por interrupciones en las comunicaciones externas y asegura respuestas inmediatas.

Sin embargo, la implementación de Edge Computing en entornos industriales exige infraestructura robusta y especializada. “Estos centros deben estar preparados para resistir polvo, vibraciones, interferencias y temperaturas extremas, igual que los sistemas de cableado industrial. No basta con instalar servidores; hay que integrarlos correctamente al entorno”, señala Huapaya.

Redes 5G privadas: cobertura eficiente para grandes superficies

El siguiente paso en esta evolución es la adopción de redes privadas 5G, que permiten a las plantas cubrir grandes áreas —como minas a tajo abierto o instalaciones agrícolas— con una red celular dedicada y segura. Cada equipo móvil, como vehículos autónomos o sensores IoT, se conecta mediante un chip a una antena local, sin depender de proveedores externos.

A diferencia del Wi-Fi, el 5G está diseñado para funcionar de manera más eficiente en exteriores, con menor latencia y mayor capacidad para manejar múltiples dispositivos simultáneamente. “Es como tener una autopista de alta velocidad dentro de la planta, con tráfico controlado y sin interferencias externas”, explica el ejecutivo.

Aunque el uso de redes 5G industriales aún es incipiente en el Perú, la tendencia ya se encuentra en marcha en países como México, Brasil y Costa Rica. Huapaya destaca que la minería es uno de los sectores locales que más ha avanzado en la adopción de sistemas 4G privados y Edge Computing, sentando las bases para una transición hacia el 5G.

FMPS: estabilidad eléctrica para una operación sin interrupciones

En el camino hacia una producción cada vez más automatizada, la calidad del suministro eléctrico cobra un papel clave. Una planta inteligente no solo requiere conectividad y procesamiento local, sino también una fuente de energía confiable que no genere interrupciones ni comprometa la vida útil de los equipos críticos.

En ese contexto, Panduit impulsa la adopción de una tecnología emergente llamada FMPS (Fault Managed Power System), también conocida como corriente por pulsos o clase 4 en Estados Unidos. Esta solución representa una evolución frente a los esquemas tradicionales de corriente alterna o continua, al combinar sus beneficios sin replicar sus limitaciones.

A diferencia de la corriente alterna, que puede presentar inestabilidad y representa riesgos para las personas y los equipos, FMPS permite transmitir energía de forma segura a largas distancias. Al llegar al punto de consumo, la corriente se regenera como una señal continua y limpia, lo que reduce significativamente las fallas eléctricas que afectan sensores, switches u otros dispositivos sensibles en planta.

Este tipo de solución contribuye directamente a la estabilidad de los sistemas conectados, eliminando las intermitencias o ruidos eléctricos comunes en redes convencionales. Como resultado, las operaciones se vuelven más predecibles, eficientes y seguras, lo que se traduce en una mejor toma de decisiones basada en datos confiables.

Si bien su impacto en la industria es notable, FMPS también tiene aplicaciones potenciales en sectores como salud, educación y comercio, donde la calidad energética es determinante para la continuidad operativa de los sistemas digitales.

“Estamos frente a una transformación profunda en la forma de operar de las plantas industriales. El reto no es solo tecnológico, sino también organizacional: capacitar al personal, integrar OT e IT, y construir una infraestructura capaz de adaptarse a este nuevo paradigma productivo”, concluye Huapaya.

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