Chachapoyas gana terreno entre inversionistas por su m² competitivo y creciente turismo

El nororiente peruano se abre paso con proyectos formales y un mercado turístico que empuja la valorización del suelo.
Chachapoyas, primer destino turístico de Amazonas, empieza a figurar en el radar de los inversionistas que buscan diversificar fuera de Lima. La combinación de paisaje, conectividad en mejora y oferta formal en crecimiento abre una ventana temprana para quienes priorizan riesgo acotado y potencial de valorización. El metro cuadrado formal parte en niveles accesibles frente a mercados más maduros, lo que permite construir posición sin comprometer todo el capital.
Con el teleférico hacia Kuélap reduciendo tiempos y la catarata de Gocta consolidada como una de las más visitadas del país, se sostiene un flujo turístico que ya se siente en la ciudad. Ese pulso se articula con la inversión del Estado en obra urbana -como el proyecto de pistas y veredas del Consorcio Eje Vial, cercano a S/ 250 millones- que mejora conectividad, servicios y calidad de vida.

“Cuando una zona empieza a ordenarse, la inversión pública y privada se convierte en un motor de valorización. En Chachapoyas eso se nota: el ticket desde S/ 120 por m² abre la puerta a estrategias distintas: Villa Verde como residencial planificado para vivir y alquilar de manera sostenida, y Vista Hermosa como condominio tipo resort con metrajes amplios y énfasis en naturaleza y descanso para rotación y alquiler estable. El efecto combinado es claro: un mercado más activo y formal donde, dependiendo de la ubicación, el m² ha llegado a duplicar su valor en aproximadamente dos años”, afirma Carla Cipriani, experta en inversiones inmobiliarias en Lima y provincias.
Asimismo, la especialista refiere que, para el inversionista prudente, la clave es la debida diligencia. “Revisar partidas registrales, factibilidades de agua y luz y estudios de suelo, además de verificar un esquema comercial por tramos que ordene los ajustes de precio, ayuda a reducir incertidumbre”, agrega. Quien busca rotación puede promediar costos con lotes de menor metraje y quien prioriza estilo de vida encuentra alternativas con potencial de renta estacional. Evitar la informalidad y comparar ubicaciones es determinante para capturar plusvalías sin sobresaltos.
“En la zona hay oferta informal que encarece el tiempo y la incertidumbre. Lo distinto aquí es que hablamos de desarrollos que hicieron la tarea: permisos municipales, servicios comprometidos y un plan de ventas transparente. Villa Verde ofrece lotes más pequeños adecuados para primera vivienda o alquiler estable; Vista Hermosa propone mayores metrajes y un producto orientado a descanso y naturaleza. Son rutas complementarias en una misma plaza que hoy todavía ofrece precios de entrada bajos”, añade la experta.
Chachapoyas ofrece una ecuación atractiva para la próxima etapa del mercado inmobiliario en provincias. Con precios de entrada aún bajos, un relato turístico en ascenso y proyectos que ponen reglas claras, el momento para evaluar y tomar posición es ahora. La oportunidad está en entrar con método, sostener la disciplina en la documentación y dejar que el desarrollo del entorno haga su parte.