Crisis entre Israel e Irán: ¿Cómo afectaría al Perú el alza del petróleo y el dólar a S/3.60?

Los recientes conflictos militares entre Israel e Irán, han alertado a las personas por una crisis geopolítica de mayor alcance. Pese a que Perú está bastante alejado de la región en guerra, los efectos en los mercados globales comienzan a impactar en la economía peruana.

“Cuando hay incertidumbre internacional, los mercados reaccionan rápidamente, y eso se traduce en volatilidad cambiante y una mayor cautela en las decisiones de inversión. En Perú, el 38% de la deuda empresarial está en dólares y más del 60% del transporte de carga depende de derivados del petróleo, por lo que cualquier alza del crudo afecta directamente los costos operativos de las empresas”, señala Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel.

Uno de los efectos más visibles fue el repunte del precio del petróleo, que subió hasta un 12% en las primeras horas del conflicto, alcanzando los US$ 77 por barril, para luego bajar a US$ 73. El temor principal es que las tensiones en Medio Oriente afecten el tránsito por el Estrecho de Ormuz, por donde circula cerca del 20% del comercio mundial de crudo.

Alerta por alza de petroleo y precio del dólar

De agravarse el conflicto, los analistas prevén que el petróleo podría alcanzar los 90 dólares por barril, lo que aumentaría los costos de transporte, alimentos y energía en todo el mundo, incluido el Perú.

El tipo de cambio también se ha visto afectado. Tras el inicio del conflicto, el dólar alcanzó los S/3.6070, su nivel más alto desde julio de 2023. Aunque no es una devaluación abrupta, refleja la percepción de riesgo global y la búsqueda de refugio en monedas fuertes.

Los mercados financieros internacionales también reaccionaron con caídas iniciales. Los índices bursátiles retrocedieron entre 1% y 2% tras los ataques, pero posteriormente se estabilizaron, apoyados por la intervención diplomática de Estados Unidos, que busca contener el conflicto.

A nivel local, la mayor preocupación gira en torno a tres frentes: el encarecimiento del petróleo, la presión sobre el tipo de cambio y el impacto indirecto que podría tener una desaceleración económica global.

Además, el conflicto agrega una variable de incertidumbre en un momento clave para la política monetaria global. La próxima reunión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos será observada con atención por los mercados. Las probabilidades de una reducción de tasas en junio son bajas —alrededor del 20%—, pero si persiste la volatilidad y los datos económicos se debilitan, podría haber ajustes en septiembre.

“Según el Banco Central de Reserva, cerca del 40% de la deuda empresarial en el país está denominada en dólares, por lo que la volatilidad del tipo de cambio puede encarecer los costos financieros de las compañías.”, indica Torres.

En este escenario de incertidumbre, especialistas recomiendan mantener una estrategia de diversificación financiera y evitar decisiones impulsivas. Por ahora, el conflicto sigue contenido, pero un eventual involucramiento de más países podría escalarlo a una crisis global con consecuencias económicas mucho más severas.

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