Liderar la transformación no es decretar, sino escuchar y acompañar

Por Vanessa Moreno, Country Manager de Schneider Electric Perú y Bolivia
Estamos en un momento decisivo. La transformación está en todos lados: la digitalización, la sostenibilidad, las nuevas dinámicas laborales. Y lo cierto es que toda transformación trae consigo dos ingredientes inevitables: la incertidumbre y el cambio constante. Liderar en medio de ello no significa decretar desde arriba, sino acompañar, dar claridad y mantener la apertura para adaptarnos juntos.
El modelo jerárquico que conocimos durante décadas está agotado. Hoy, más que nunca, necesitamos líderes que escuchen y que inviten a cocrear. Porque cuando los cambios se construyen con otros, dejan de sentirse impuestos y empiezan a vivirse como propios. La cocreación, junto con la empatía, es el antídoto frente a esa resistencia natural que despierta cualquier proceso de transformación. Resistirse al cambio no es un capricho, sino que es un llamado de atención que nos exige detenernos, escuchar y validar los miedos.
En ese proceso, la comunicación se vuelve el hilo conductor. Pero los datos muestran una brecha preocupante: mientras que el 74 % de los líderes cree que involucra a sus equipos en los procesos de transformación, solo el 42 % de los colaboradores siente que su voz realmente es escuchada. Esa diferencia no es un número más, es la evidencia de que comunicar no es informar. Es escuchar, conectar y crear espacios de confianza. Cuando esa brecha se cierra, el compromiso aumenta, la ansiedad disminuye y la transformación fluye con menos fricciones.
Otro aspecto esencial es la inclusión. No se trata de cumplir con una cuota, sino de hacer de la diversidad parte del ADN de las organizaciones. Impulsar programas de mentoría, reclutamiento diverso y plataformas globales de talento que permiten a cualquier persona desarrollarse sin importar dónde esté, es necesario. Porque la innovación y la resiliencia surgen precisamente de la riqueza de miradas diferentes.
Toda transformación, además, necesita una visión compartida. No basta con que se defina en los niveles más altos de una empresa; esa visión debe cocrearse con los equipos, adaptarse a la realidad local y comunicarse de forma clara para que cada persona entienda cómo su trabajo aporta a un propósito común.
Estoy convencida de que el liderazgo que necesitamos es más humano, inclusivo y consciente. Liderar en tiempos de transformación es acompañar, cocrear y sostener. Es aceptar que el cambio puede significar un reto, pero también abre oportunidades. Y sobre todo, es romper el silencio para darle valor a cada voz. Solo así la transformación dejará de ser una amenaza y se convertirá en un camino de crecimiento compartido.